Definitivamente lo más difícil es empezar. Aquí estoy de nuevo, ya no triste, ni tampoco feliz, sólo en nada, estoy viviendo y ya. (wait, un poco emocionado por mi futuro, puede ser, pero más que eso no). Ahora tú, Iván apareciste en mi vida, pienso mucho en ti, (creo que no debería), me pareciste interesante desde el primer momento, claro sin esperar encontrar en ti tantas cosas que nos unen y que luego fueras capaz de poder llenar un vacío que tenía hace tiempo. Creo que te he hecho saber que día que pasa te agarro más cariño, porque de cierta forma me entiendes y me identifico mucho contigo, además de la conexión rarísimamente linda que siento que tenemos y que de hecho, me asusta bastante.
Ahora quizás ya leíste mi blog, tampoco era para tanto, pero sí, de hecho entraste en mi intimidad, en algo que guardo para mí, sólo para mí y ahora que dí el paso espero que esto sea mutuo.
Una vez dije que no quería perderte, y lo recalco, por muy arrastrado que suene, te quiero en mi vida, no sé por cuánto tiempo, pero te quiero ahí.
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